Vivimos en una sociedad heteropatriarcal que se comunica a base de estereotipos dañinos, muchos de ellos vinculados con el físico de las personas. A menudo, estos llegan incluso hasta a la puerta de tu trabajo, y esto fue precisamente lo que le pasó a Jessie Cave, actriz que encarnó a Lavender Brown en Harry Potter y el misterio del príncipe y que vio cómo el equipo le comenzó a tratar diferente cuando ganó unos cuantos kilos de más.
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"Subí mucho de peso tras hacer Harry Potter y el misterio del príncipe, aunque solo porque no me estaba muriendo de hambre. También estaba creciendo, y eso es lo que suele ocurrir, pero me trataron como si fuese una especie diferente. Fue horrible", asegura Cave en una entrevista con People, en la que añade que quizás fue una percepción suya, "pensando que no entraba en la misma talla de vaqueros, pero en una época en la que las actrices no subían de una talla 36... En la anterior entrega lo fue, y entonces tuve una 40".
Para concienciar a la industria, aseguró que ese momento "fue horrible, una experiencia realmente incómoda, y desde entonces he tenido problemas con el peso y el trabajo. Es tan jodido... Pero es que es una realidad. Las mujeres tenemos que lidiar con esto para siempre".
Un relato muy duro sobre cómo funcionan algunos proyectos cinematográficos, tanto dentro como fuera de Hollywood.